No nos tendría que afectar mucho la elección de tal o cual presidente en EE.UU, pero una vez más la globalización es un fenómeno palpable. Pero al tratarse de EL PRIMER PRESIDENTE NEGRO DE LOS EE.UU. , la cosa cambia sustancialmente.
Y créanme, yo entiendo algo de globalización. Mi sobrina no es pálida y descolorida como yo y el resto de la familia. En su bendita juventud, se ha alegrado del cambio, haciendo suya la victoria. "¡¡¡Hemos ganado!!!" vociferaba esta mañana por telefono nada más ser de día a su abuela, LA ABUELA MAMICA.
Creo yo, como mi sobrina, que iba siendo hora de un cambio en aquel país tan complejo, donde hace muy poco, realmente poco, el fenómeno de la exclavitud era todavía palpable.
Hoy en día existe otro tipo de exclavitud, llamemosle encubierta. Se da aquí mismo, y se nutre de inmigrantes sin papeles. Y lo nutren personas sin escrúpulos que se creen superiores por el color de su piel. ¡¡¡Qué equivocados están!!! Los esqueletos son todos iguales.
Volviendo al tema que nos ocupa, habrá que ver cómo se desarrolla el CAMBIO propuesto, y cómo afecta al resto del mundo. Si de algún modo se rebajan tensiones, se acaban guerras, se vuelve al diálogo, se piensa más en nuestro planeta (ÚNICO PARA TODOS, OJITO), el cambio habrá servido para algo.
Enhorabuena, Obama. Y que la fuerza te acompañe.
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1 comentario:
HURRA! GRACIAS POR ESTE RECUERDO INOLVIDABLE PARA LAS DOS. TU HERMANA QUE TE QUIERE. Y TU SOBRINA, CLARO!
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